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| Terre d' Haut |
Sentada en la plataforma del barco
miro la tarde. El agua bajo mis pies se refleja tan azul, tan
intensa. Se siente fría, pero refresca todo este calor de sol
caribeño. Desde mi balcón la escena es un cuadro hecho de acuarela
en una tarde de lluvia. Todos los colores corren hasta el mar. Las
casas me recuerdan la ciudad que solía construir de niña con mi
juego de lego. Las tejas rojas, puertas y ventanas pintadas de
blanco, las flores y las lomas cubiertas de verde, completando la
foto que termina en el cielo, perfectamente azul.
El la playa dos perros juegan a
perseguirse, la carrera termina en el agua, nadando a toda prisa
hasta que el amo les ordena que regresen. Los pelícanos expanden sus
alas, tal ves juegan a planear cerca de la superficie serena, o
persiguen su reflejo fantasmagórico sobre el agua. Al frente, la
villa se dibuja a si misma con cada ferry, cada botecito, cada
persona que se pasea por la arena. No se escucha un ruido que no sea
el de las olas golpeando el barco, o los perros que juegan en la
playa o mi respiración que con tanto asombro se ha convertido en un
¡oh! ante la belleza de esta
tierra: Bourg des Saintes.
Anechy
Îles de Saintes, Guadeloupe
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