Como decimos en Cuba, si fuera puertoriqueña no amara tanto a Puerto Rico y a su gente, como les quiero siendo Cubana. Dos señoras muy pimpinelas que conocí en una boutique en Les Saites, me dijeron este poema de Lola Rodríguez de Tío; que erróneamente algunos le adjudican a nuestro poeta nacional José Martí:
Cuba y Puerto Rico son
de un pájaro las dos alas;
reciben flores o bajas
sobre el mismo corazón.
Cuba y Puerto Rico nacieron hermanas. Nuestra gente, cultura, música, son tan idénticas. Puedo entender porque muchos de los puertoriqueños exiliados en el siglo XIX, fueron a Cuba y tantos cubanos que dejaron la isla después del los años 60, se establecieron en Puerto Rico. Cuando caminé las calles del Viejo San Juan pensaba en mi Habana Vieja, en los adoquines, en las plazas y fortalezas, en cuantos esclavos murieron levantando esas paredes que hoy adoramos. San Juan brilla en sus colores restaurados por el patrocinio de su colonia, mi vieja Habana se deteriora paulatinamente, a pesar de lentos trabajos de restauración, que incluyen solamente edificios públicos en la zona turística.
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| Plaza Salvador Brau |
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| Plaza Ponce de León |
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| Totem Telúrico de 13 metros de altura, por el escultor puerto riqueño, Jaime Suarez Toro, innagurado en 1992, para conmemorar el 500 aniversario del descubrimiento de las Américas por Cristobal Colón. Plaza del Quinto Centenario en el Viejo San Juan |
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| Escuela de Arte |
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| Antiqua entrada a la ciudad |
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| Plaza de las palomas |
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| Esculturas de bronce en la plaza de las palomas |
En las noches, San Juan vibra como un temblor en el corazón, maripositas revoloteando en el estomago. Las calles se llenan de muchachas bellas caminando del brazo de sus apuestos novios, o simplemente acompañadas de su familia o amigos. Todos visten la moda caribeña, el caribe de colores que vive en los edificios, en la flora y la fauna. Había música en todas partes, era semana santa, fin de semana feriado. Puerto Rico estaba en las calles, disfrutando la ciudad. La música que me recuerda tanto a mi tierra, suena tan bien como la salsa cubana.
Se sentía como estar en Cuba un poquito, Jim se pasó tode el viaje confundiedo con al Habana Vieja, cada vez que hablabamos de San Juan.
AnechyNotes
