Tuesday, January 21, 2014

Rediscovering St Thomas


Red Hook from the hill

In the last two years visiting the Caribbean, St. Thomas always seemed to me an island with less life. I enjoyed the friendships that I have built over time, but could not find much fun in St. Thomas. This year, maybe because we haven't had to work too much in Salty Shores, we've dedicated more time to explore and enjoy the place. The first month of the season we were house-sitting for our friends Skip and Andrea. In the mean time we enjoyed the wonderful view from their house, the pool and the cute Maní.



Last week we moved to our “floating condo”. And the heat makes us leave the the “shell", so we go every day to Secret Harbor to swim and take a shower, because what it hasn't grown into me, are the showers at Compass Point Marina. It's terrible to say, but overall, with social networking privacy been a subject to public review... it is not too bad.

Speaking of the marina. Since they started working on extending the docks, the services have gone from one to minus one percent. All maintenance personnel have been appointed to the construction, so we don't have who clean the showers or who collect garbage. Wait. What rubbish? If the tanks were removed. As Jim says, this place has become a nursing home for boats.


That's why we prefer to shower at the beach. I'm so ashamed ! Um... not really. Because it feels wonderful, and sometimes after the exercise we seat at the bar and enjoy the sunset and a Bushwaker.



Our morning's entertainment, sometimes is to drive where the fruit vendors, we buy coconut water by the gallon and lots of fruits. The fridge is full of papayas and as usual we have soursop in every corner of the main salon.



This month my back hasn't be so good, so the idea of going sailing intimidates me a little. With the help of the chiropractic in Tillet Gardens, who popped every bone of my spine, I feel much better. So the adventure is about to begin.


St John's adventure was unique. We thought we were going to take the ferry and spend the day exploring, swimming at the beach, have lunch at "Skinny Legs" and return on time for our concert in Tillet Gardens. But we had forgotten that time in the Virgin Islands is a little bit slower. So it took us an hour to get on the ferry. And we could not go the earlier one, because we did not know that tipping the usher would accelerate the process. The people in the car next to us  took advantage of it. The funny thing was that we had to back up onto the ramp, and trucks with cargo go in the center. The ride was a little bumpy. The sea was choppy and the trucks were moving as if they were to fall on their side.

After a delicious Sushi dinner with our friends Chuck, Lindy and Ruth, we whet to a concert of Cedric Watson, in Tillet Gardens, put together by the foundation Arts Alive. This musician from Louisiana and his group, made she ground shake with violins, accordions and a washboard. The simplicity of the tunes and the romanticism of the lyrics in French made a perfect combination. Then a neighbor from the marina, Fredie jumped on the stage to join them with his washboard and the spoons. I was so much fun!  




Last Saturday we wen to the youth VI swimming olimpics. The event was impressing. A lot of swimmers from St Croix, BVI and St Thomas showed up. the kids were between ages of 6 and 16. Beautiful swimming styles. We were supporting Skip and Andrea's daughter, Grace. That girl is a walking fish!



In the west side of the island, once a year they have the Rastafarian farmers fair. And there we went on Suday. We enjoyed the steel pan band, the natural juices and great vegetarian dishes: Caribbean pumpkin soup (the pumpkin is Caribbean, the soup is rasta).





Thus, not being able to go sailing, because of my back, and house-sitting for our friends, we explored more and re-discovered the island. I feel like I am Christopher Columbus. Did you know he named the papaya the fruits of the angels? We have been eating lots of it. Incidentally, in Cuba we call it Fruta Bomba.

AnechyNotes

Redescubiendo St. Thomas


Red Hook desde la colina

En los últimos dos años visitando el caribe, St. Thomas siempre me pareció una isla con menos vida. Disfrutaba mucho de las amistades que he construido con el tiempo, pero no encontraba mucha diversión en St. Thomas. Este año; tal vez por que no no hemos tenido que trabajar tanto en Salty Shores; nos hemos dedicado más a explorar y a disfrutar del lugar. El primer mes de la temporada no los pasamos cuidando la casa de nuestras amistades, que pasaban la navidad en el continente. Mientras nos deleitamos con la maravillosa vista desde su casa, la piscina y la chulísima Maní.



La semana pasada nos mudamos a nuestro condominio flotante. Y el calor nos hace salir del “caracol”, así que todos los días vamos a Secret Harbor a nadar y de paso a ducharnos, porque lo que sí no ha crecido dentro de mi son las duchas de Compas Point Marina. Es terrible decirlo, pero total, con las redes sociales la privacidad es objeto de la opinión pública.

Hablando de la marina. Desde que empezaron la ampliación del muelle; los servicios han pasado del uno al menos uno por ciento. Todo el personal de mantenimiento ha sido designado a la construcción, así que no tenemos quien limpie las duchas o recolecte la basura. Espera. ¿Qué basura? Si hasta los tanques los quitaron. Como dice Jim, este lugar se ha convertido en un asilo de botes. Ese es el motivo por el cual preferimos ducharnos en la playa. ¡Qué vergüenza! Um... no de veras. Porque no las pasamos de maravillas, y a veces después del ejercicio nos sentamos en el bar y disfrutamos de la puesta del sol.



Nuestro entretenimiento matutino, a veces es donde los vendedores de frutas y agua de coco. La nevera esta llena de papayas y como de costumbre tenemos guanábana en todos los rincones del salón.



Este mes he tenido la columna bastante desajustada, por lo que la idea de salir a navegar me intimida un poco. Gracias a la quiropráctica de Tillet Gardens, que me traqueo todos los huesos me siento mucho mejor. Así que la aventura está por comenzar.


La aventura de St John fue única. Pensabamos tomar el ferry y pasarnos el día explorando, bañarnos en la playa, almorzar en "Skinny Legs" y regresar en tiempo para nuestro concierto en Tillet Gardens. Pero se nos había olvidado, que el tiempo de las Islas Virgenes es un poquitico más lento. Así que subirnos al ferry nos tomó más de una hora. Y no nos pudimos ir en el primero porque no sabiamos que una propina al acomodador aceleraría el proceso. El grupo a nuestro lado se nos adelantó. Lo curioso fue que hay que subir la rampa marcha atrás, y los camiones con cargo van en el centro. El trayecto fue un poco movido. El mar estaba picado y los camiones se movían como si se fueran a virar.

Después de cenar sushi con nuestras amistades Chuck, Lindy and Ruth, fuimos al concieto de Cedric Watson, en Tillet Garden, preparado por la fundación Arts Alive. Este músico de Louisiana y su grupo, con acordiones, violines y una tabla de lavar hicieron templar el suelo. La simplisidad de la música y la ternura de sus letras en francés son una combinación perfecta. Luego nuestro vecino en la marina le les unió con su tabla de lavar y sus cucharas. Divertido.





El pasado sábado, fuimos a las olimpiadas juveniles de las Islas Virgenes. El evento fue impresionante. Con chicos desde 6 a 16 años de edad, que vinierons desde St Croix y BVI. Buenos nadadores. Nosotros fuimos apoyando a la hija de Skip y Andrea, Grace. Esa niña es un pescado.




En el otro lado de la isla se celebra una feria agrícola Rastafarian una vez al año. Y allá fuimos. Disfrutamos de la música de los tambores de acero, los jugos naturales, la comida vegetariana y la gente alegre. 







De esta manera, el no poder ir a navegar, por mi espalda, y cuidando la casa de nuestros amigos; hemos explorado más y re-descubierto la isla. Me siento como Cristobal Colón. ¿Sabias que él llamó a las papayas las frutas de los ángeles? Nosotros hemos estado comiendo muchísimas. A propósito, en Cuba le decimos Fruta Bomba.



AnechyNotes