Red Hook desde la colina
En
los últimos dos años visitando el caribe, St. Thomas siempre me
pareció una isla con menos vida. Disfrutaba mucho de las amistades
que he construido con el tiempo, pero no encontraba mucha diversión
en St. Thomas. Este año; tal vez por que no no hemos tenido que
trabajar tanto en Salty Shores; nos hemos dedicado más a explorar y
a disfrutar del lugar. El primer mes de la temporada no los pasamos
cuidando la casa de nuestras amistades, que pasaban la navidad en el
continente. Mientras nos deleitamos con la maravillosa vista desde su
casa, la piscina y la chulísima Maní.
La
semana pasada nos mudamos a nuestro condominio flotante. Y el calor
nos hace salir del “caracol”, así que todos los días vamos a
Secret Harbor a nadar y de paso a ducharnos, porque lo que sí no ha
crecido dentro de mi son las duchas de Compas Point Marina. Es
terrible decirlo, pero total, con las redes sociales la privacidad es
objeto de la opinión pública.
Hablando
de la marina. Desde que empezaron la ampliación del muelle; los
servicios han pasado del uno al menos uno por ciento. Todo el
personal de mantenimiento ha sido designado a la construcción, así
que no tenemos quien limpie las duchas o recolecte la basura. Espera.
¿Qué basura? Si hasta los tanques los quitaron. Como dice Jim,
este lugar se ha convertido en un asilo de botes. Ese es el motivo por el cual preferimos ducharnos en la playa. ¡Qué vergüenza! Um... no de veras. Porque no las pasamos de maravillas, y a veces después del ejercicio nos sentamos en el bar y disfrutamos de la puesta del sol.
Nuestro
entretenimiento matutino, a veces es donde los vendedores de frutas y
agua de coco. La nevera esta llena de papayas y como de costumbre
tenemos guanábana en todos los rincones del salón.
Este
mes he tenido la columna bastante desajustada, por lo que la idea de
salir a navegar me intimida un poco. Gracias a la quiropráctica de
Tillet Gardens, que me traqueo todos los huesos me siento mucho
mejor. Así que la aventura está por comenzar.
La aventura de St John fue única. Pensabamos tomar el ferry y pasarnos el día explorando, bañarnos en la playa, almorzar en "Skinny Legs" y regresar en tiempo para nuestro concierto en Tillet Gardens. Pero se nos había olvidado, que el tiempo de las Islas Virgenes es un poquitico más lento. Así que subirnos al ferry nos tomó más de una hora. Y no nos pudimos ir en el primero porque no sabiamos que una propina al acomodador aceleraría el proceso. El grupo a nuestro lado se nos adelantó. Lo curioso fue que hay que subir la rampa marcha atrás, y los camiones con cargo van en el centro. El trayecto fue un poco movido. El mar estaba picado y los camiones se movían como si se fueran a virar.
Después de cenar sushi con nuestras amistades Chuck, Lindy and Ruth, fuimos al concieto de Cedric Watson, en Tillet Garden, preparado por la fundación Arts Alive. Este músico de Louisiana y su grupo, con acordiones, violines y una tabla de lavar hicieron templar el suelo. La simplisidad de la música y la ternura de sus letras en francés son una combinación perfecta. Luego nuestro vecino en la marina le les unió con su tabla de lavar y sus cucharas. Divertido.
El pasado sábado, fuimos a las olimpiadas juveniles de las Islas Virgenes. El evento fue impresionante. Con chicos desde 6 a 16 años de edad, que vinierons desde St Croix y BVI. Buenos nadadores. Nosotros fuimos apoyando a la hija de Skip y Andrea, Grace. Esa niña es un pescado.
En el otro lado de la isla se celebra una feria agrícola Rastafarian una vez al año. Y allá fuimos. Disfrutamos de la música de los tambores de acero, los jugos naturales, la comida vegetariana y la gente alegre.
De
esta manera, el no poder ir a navegar, por mi espalda, y cuidando la
casa de nuestros amigos; hemos explorado más y re-descubierto la
isla. Me siento como Cristobal Colón. ¿Sabias que él llamó a las
papayas las frutas de los ángeles? Nosotros hemos estado comiendo
muchísimas. A propósito, en Cuba le decimos Fruta Bomba.
AnechyNotes
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