Monday, October 20, 2014

No des tu libertad por sentada



Cuando aterrizamos en Barcelona, era difícil creer todas las molestias que pasamos para llegar. Yo había advertido Jim acerca de los problemas de viajar al extranjero con un pasaporte cubano, especialmente cuando nuestros amigos ahora navegando en el Pacífico Sur a bordo de Levana; nos invitaron a ir con ellos. Yo no estaba a punto de pasar el verano visitando embajadas y haciendo carreras burocráticas, ya hice suficientes en Cuba (no sólo para salir, pero vivir allí). De todos modos, nuestros amigos en Palamos, España habían insistido tanto que fuéramos a visitarlos durante los últimos dos años, que estábamos decididos a hacerlo. Después de todo era una sola embajada, la de España. Sólo necesitaba esta cantidad de documentos:

1- Pasaporte actual con copia
2- Carta verde con copia
3- Prueba de empleo
4- Dos últimos talones de pago
5- Dos últimas declaraciones de impuestos si Trabajador por cuenta propia
6- Un extracto de cuenta bancaria
7- Una carta de invitación de un patrocinador en España hecho en una estación de policía, reserva de hotel por totalidad de estancia en la Unión Europea
8- Billetes de avión de ida y vuelta
9- Seguro de viaje
10- Estados de cuenta bancarios de la persona que viaja conmigo
11- Dos formularios de solicitud
12- 82 dólares de giros postales
13- Registros policiales
14- Licencia de conducir y copiar

No demasiado, ¿verdad? Bueno, ya que pasamos gran parte del verano en el norte viajando, hicimos lo posible para reunir la mayoría de los documentos en el camino a Washington DC, y hicimos unas vacaciones fuera del viaje a la embajada. Visitamos los Museos de ciencia natural, aeronautica y espacial e historia de la vida americana; y los Memoriales de la segunda guerra mundial, Vietnam, Korea y Martin Luther King. Luego presentamos todos los documentos en el consulado Español. Y nos los devolvieron porque no teníamos la reserva de billetes de avión, el seguro médico y el hotel. Pero mi entrevistador me dice: "Una vez que tenga todos los documentos juntos, pongalos en un sobre de correo urgente con otro sobre de correo expreso pre-pagado. Le enviaremos su pasaporte con la visa y usted no tendrá que volver. "¡Fantástico!” Pensamos. Regresamos al hotel, hicimos nuestras maletas y salimos para Carolina del Norte. Eso fue un lunes, a dos semanas de nuestra fecha de salida. El sobre fue enviado a Washington el lunes; ya con fecha, 3 de septiembre. El viernes por la mañana el consulado me llamó porque no entendían por qué estaban recibiendo la solicitud por correo, ya que requieren mi fotografía tomada en la embajada, así como las huellas dactilares. ¿Qué? "Estuve allí hace una semana", Le dije. No teníamos más remedio que aparecer en persona si queríamos ir a Europa.

Así que desde Carrboro fuimos a Beaufort, a empacar nuestras maletas y preparar la casa para los días que íbamos a estar fuera. Nos propusimos ir a DC el lunes 1ro, y descansar el día antes de nuestro vuelo el miércoles. Bueno, nos habíamos olvidado de que el 1 de septiembre fue el Día del Trabajo, la embajada no abre ese día. Dado que no tenía opción, fuimos a Richmond, Virginia el lunes visitamos con nuestros amigos Tim y Celina por un día. Martes, a las 3 en punto en la mañana estábamos en el camino con nuestro equipaje de Europa en el coche, y dos almohadas, luchando contra el tráfico. Llegamos a las 6 de la la mañana, estacionamos en frente de un Wholes Food Market, sacamos nuestras almohadas y dormimos hasta las 8. Los camiones de la construcción en la calle de enfrente hacia todo su estruendo, la gente que salía de la estación del metro como avalancha y pasaban por nuestro lado dándonos la mirada de: “y estos bichos raros”.

A las 9:00, con una taza de Starbucks en la mano me dirigí al consulado, en la esquina de Pennsylvania Ave. Yo era la primera en la fila y justo cuando yo estaba de puntillas para que tomaran mi fotografía, la computadora se congeló. Después de 30 minutos de espera y 30 disculpas, salí de allí con mi pasaporte en la mano y mi visa de múltiple entrada por 35 días.


El jueves 04 de septiembre, nos bajamos del avión en aeropuerto "El Pratt" en Barcelona; nos miramos el uno al otro y luego reímos. Esta cubana llegó a España, donde comenzó toda la historia de su vida.



AnechyNotes


Please don't take your freedom for granted




When we landed in Barcelona, it was hard to believe how much hassle we've gone through to get there. I had warned Jim about the troubles of traveling abroad with a Cuban passport, specially when our friends now sailing in the South Pacific on board Levana; invited us to join them. I was not about to spend the summer visiting embassies and doing bureaucratic runs, I did enough of that in Cuba (not just to leave, but to live there). Anyway, our friends in Palamos, Spain had insisted so much that we go visit them for the last two years, that we were determined to do it. After all we just had to go to the embassy of Spain is not too bad. I only needed this amount of documents:

1- Current passport with copy
2- Green card with copy
3- Proof of employment
4- Last two pay stubs
5- Last two income tax returns if self employed
6- A bank account statement
7- An invitation letter of an sponsor in Spain made in a police station or hotel reservation for the amount of time staying in European Union
8- Round-trip plane tickets
9- Travel insurance
10- Bank statements of the person traveling with me
11- Two application forms
12- 82 dollar money order
13- Police records
14- Drivers license and copy

Not too much, right? Well, since we spent great part of the summer traveling up north, we managed to get most of the documents on the way down to Washington DC. And we made a vacation out of it. We visited the Museums and Memorial and had a great time. We went to the embassy and presented all the documents. They turned them back because we didn't have the plane tickets, insurance and hotel reservation. But my interviewer say: “Once you have all the documents together, put them in a express mail envelope with another express mail envelope prepaid. We will send your passport with the visa and you wont have to come back.” Great! We thought. Easy! We got back to the hotel, packed our bags and drove back to North Carolina. That was on a Monday, 2 weeks away from our departure date. The envelope was sent to DC on Monday; then we had a date, September 3rd. Friday morning the consulate called me because they did not understand why they were getting the application by mail, since they require a picture taken at the embassy, as well as finger prints. What? “I was there a week ago!” I said, but that didn't matter. I had no choice but to show up if we wanted to go to Europe.

So from Carrboro we went to Beaufort, to pack our bags and and get the house squared away for the time we were going to be gone. We planned to go to DC on Monday 1st, so we could rest on Tuesday, before our flight on Wednesday. Well, we had forgotten that September 1st was Labor Day, the embassy was not opening that day. Since we had no choice, we went to Richmond, Virginia on Monday, visited with our friends Tim and Celina for a Day. Tuesday, at 3 o'clock in the morning we were up on the road with our Europe luggage in the car, and two pillows, trying to beat the traffic. We got there at 6 o'clock, parked front of a Whole Foods Market, in downtown DC; pulled our pillows out and fell asleep. At eight in the morning the morning street noise woke us up.


At 9:00, with a Starbucks cup in my hand I walked to the corner of Pennsylvania Ave. I was the first in line and right when I was tiptoeing to get my picture taken, the computer froze. After a 30 minutes wait and 30 apologies, I got out of there with my passport and a multiple entrance visa for 35 days.

Thursday September 4th, we walked out of “El Pratt Airport” in Barcelona; we looked at each other and then laughed. This Cuban made it to Spain, where all the history of my life began.



AnechyNotes