A la entrada de Les Saintes |
El miércoles nos levantamos a 4:30
am. Capitán y tripulación listos para navegar 20 millas náuticas
con dirección norte. Nuestros amigos dormían plácidamente cuando
le di unos toquecitos a la puerta de su cabina, antes de arrancar
el motor. Ellos insistieron en no perderse nada del viaje, y para
nosotros era muy importante llegar a Terre de Haut temprano, para
poder coger un buen lugar en el amarradero.
Al comienzo del viaje no había
mucho viento, 4 nudos máximo. El pronóstico del tiempo anunciaba 15
nudos de vientos a las 7:00 am, yo esperaba por la salida del sol
para tomar una hora de siesta, la verdad es que me estaba cayendo del
sueño. A las seis, todos mirábamos con atención hacia el este,
pero había una tormenta en la distancia y el horizonte estaba
cubierto de nubes. El sol salió entre las nubes, yo me disculpe y me
fui a dormir. Al principio me costó trabajo concebir el sueño, el
bote se inclinaba con gran ángulo a babor y los cacharros de cocina
que están en el estribor, comenzaron a volar, platos, batidora...
Jim bajó a poner cosas en su lugar, yo seguía escuchando cosas
volar. A gatas llegué a la galería y puse los platos debajo del
fregadero. Luego escuché las voces provenientes de la bañera que
gritaban: “¡10 nudos, 12
nudos... 15!” El bote alcanzaba la velocidad de 8 nudos por hora y
yo soñaba con delfines.
El sonido del cabrestante me
despertó, mientras Marie-Laure ayudaba a Jim a bajar las velas. Yo
me asomé en uno de los portillos y vi claramente la isla de Terre de
Haut. Fue una sensación muy extraña. A babor un gran crucero hacía
entrada. Yo todavía en piyamas, me dispuse a preparar la línea de
fondeo (más fácil, la cuerda para amarrar el bote a la boya). Media
dormida y un poco desesperanzada de encontrar un buen lugar en al
anclaje, me dispuse hacia la cubierta, cuando el capitán aceleró el
motor: “¡Boya a la vista!”
El crucero, descendía el ancla, el ferry de las nueve entraba al
puerto, un catamarán entraba en la carrera por nuestra plaza, el
bote de Les Saintes Multiservicios se dirigía a la boya, como un
arbitro en espera del primero para entregar el premio. Christian
transmitía al capitán mis señales de dirección. “Y el ganador
fue... Salty Shores en la boya 27”. Mágico, si lo hubiésemos
planeado, no hubiera salido tan bien.
La isla se despertaba y los turistas
se bajaban del ferry listos para comerse la belleza del lugar en unas
pocas horas. Nosotros respirábamos el aire de triunfo y gozo, por la
bella experiencia del viaje y la jornada, aunque yo me lamentaba por
haberme perdido la aventura de esa mañana. Así que para compensar,
me metí en la galería y preparé mi nueva receta de panqueques sin
gluten: ¼ taza de harina de arroz, ¼ taza de harina de soya, ¼
taza de harina de yuca o tapioca, ¼ taza de harina de alforfón, ¼
taza de coco rayado, ½ cdta. de sal; ½ cdta. de xantan gum; 1 cdta.
de polvo de hornear, 1 cda. de aceite de oliva o de coco, 1 ½ taza
de leche (yo utilizo la de soya o de arroz).
Nuestros amigos se bajaron del barco
(o los bajamos) una hora después. Todos estábamos contentos de
regresar a nuestro pedacito de Edén.
AnecheNotes
Return
to Eden
On
Wednesday we got up at 430 am. Captain and crew ready to sail 20
nautical miles northbound. Our friends were sleeping peacefully when
I gave a knock on the door of their cabin before starting the engine.
They insisted in not miss nothing of the trip, and it was very
important for us to get to Terre de Haut early to get a good mooring.
At
the beginning of the trip there was not much wind, up to 4 knots. The
weather forecast announced 15 knots of wind at 7:00 am, I waited for
the sunrise to take a nap time, the truth is that I was falling
sleep. At six, we all looked eastward, but there was a storm in the
distance and the horizon was covered with clouds. The sun came
through the clouds. I excused me and went to sleep. At first I had a
hard time falling to sleep, the boat was leaning to port with wide
angle and the cooking pots, that are stored in the starboard side,
started flying all over the place, dishes and blender. Jim came down
to put things in place, I kept hearing things flying around. I went
to the galley on my knees and put the dishes under the sink. Then I
heard voices coming from the cockpit shouting, "10 knots, 12
knots ... 15 " The boat reached a speed of 8 knots per hour and
I dreamed of dolphins.
The
sound of winch woke me up, while Marie-Laure helped Jim to lower the
sails. I looked out through one of the portholes and clearly saw the
island of Terre de Haut. It was a very strange feeling. A big sailing
cruise ship was coming in the bay too on port side. I was still in
pajamas, I started to prepare the mooring line. Half asleep and a
little hopeless to find a mooring closer to shore, I set out to the
deck when the captain gunned the engine: "buoy in sight"
The cruise dropped the anchor, the 9 o' clock ferry entered the port,
a catamaran joined the race for our place, the boat of Les Saintes
Multiservices headed for the buoy, as an arbitrator pending the first
to present the award. Christian followed me to transmit signals to
the Captain. "And the winner was... Salty Shores on Buoy 27".
Magic, if we had planned, it had not gone so well.
The
island was waking up too and the tourists off the ferry were roughing
to eat the beauty of the place in a few hours. We breathed the air of
triumph and joy, for the beautiful experience of the trip and the
day, although I was sorry to have missed that morning's adventure. So
to compensate, I went into the gallery and I prepared my new
gluten-free pancake recipe: ¼ cup rice flour, ¼ cup soy flour, ¼
cup flour cassava or tapioca, ¼ cup buckwheat flour, ¼ cup shredded
coconut, ½ tsp. salt, ½ tsp. xanthan gum, 1 tsp. baking powder, 1
tbsp. olive oil or coconut 1 ½ cup milk (I use soy or rice) .
Our
friends got off the boat one hour later. We were all happy to be back
in our little piece of Eden.
AnecheNotes