Thursday, November 28, 2013

Learning to live with ghosts

Today I sit down to check the network, and the first person that appears in the screen on my iphone is a classmate from middle school. She extends an invitation to be my friend on facebook. My head is full of ghosts and writhe all those memories of my black Saturday. The looks of the people on Monday when I returned to school, especially the comments. I had several friends in 9th grade. All except that, came to sit beside me. They did not say much, what could they say. Today she sent me an invitation on Facebook. What would she want to talk about 20 years later?

In my culture it is believed in spirits, wandering souls and in all kinds of syncretic cults. Of which unfortunately most of us are victims, because a few people take advantage of the fear of others to make money. According to those people, in Cuba ghosts walk the streets naked, with clothing, in cars pulled by their ghosts horses. They look at us while we sleep or make love. They sit at the table to watch us eat or study. I would like to see them as they see us. Actually, I have no time for that, as they have all the time in the world, and they are bored. The much promised Heaven is not made for Cuban ghosts.

My classmate, who used to sit with me in class, who now wants to be my friend on Facebook, told me one of my sad afternoons. "Sorry, but my mom wont let me go to study with you, because she says that when someone dies in a house the spirit remains there wandering and annoys people who comes to visit". I have a reputation for having an answer for everything and never staying quiet, but I was speechless. For a long time I pondered the reasoning of her mom and the tenacity of my classmate for telling me. Today, looking at the invitation on facebook, I found myself worried. I prefer my ghosts to hang about me and not to stay at the site where they died. Are they going to like the new owners? Will I be missed ?


AnechyNotes

Aprender a vivir con fantasmas

Hoy me siento a chequear la red, y la primera persona que aparece en la pantallita de mi iphone es una compañera de aula en la secundaria. Ella me extiende una invitación para ser su amiga en facebook. Mi cabeza se llena de fantasmas y se revuelven todos aquellos recuerdos de mi sábado negro. Las miradas “discretas” de la gente el lunes cuando regreso a la escuela; sobre todo los comentarios. Tenía varias amigas en 9no grado. Todas excepto esa, vinieron a sentarse junto a mi. No dijeron mucho, qué podían decir. Hoy ella me manda una invitación en facebook. ¿Que querrá decirme 20 años después?

En mi cultura se cree en los espíritus, las almas vagando y en toda clase de culto sincrético. De los que desafortunadamente la mayoría somos víctima, pues unos cuantos se aprovechan del temor de la gente para hacer dinero. Según ellos, los fantasmas en Cuba caminan por las calles desnudos, con ropa; en coches, con sus caballos fantasmas. Nos miran mientras dormimos o hacemos el amor. Se sientan a la mesa a vernos comer o estudiar. Yo quisiera verlos alguna vez como ellos nos ven a nosotros. La verdad, yo no tengo tiempo para eso, mientras ellos tienen todo el tiempo del mundo, y para colmos están aburridos. El tan prometido Cielo no está hecho para los fantasmas cubanos.

Mi compañera de aula, que solía sentarse a mi lado, la que ahora quiere ser mi amiga en facebook; me dijo en una de mis tardes tristes. “Lo siento, pero mi mamá no me deja ir a estudiar a tu casa; porque dice que cuando alguien se muere en un lugar el espíritu se queda vagando y molesta a las personas que van a visitar”. Yo, que tengo fama de tener respuesta para todo, me quedé sin palabras. Por mucho tiempo medité sobre el razonamiento su mamá y la tenacidad de mi compañera de clase al decírmelo. Hoy, mirando esa invitación en facebook, me hallo preocupada. Yo preferiría que mis fantasmas anduviesen conmigo y no que se quedaran en el sitio donde murieron. ¿Será que los nuevos dueños son de su agrado? ¿Me extrañarán?


AnechyNotes

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